En estos tiempos de COVID, individualmente como personas, y nosotros, como profesionales sanitarios, llevamos ya más de 9 meses sometidos, día a día, a una prueba constante. Ahora ya parece que vemos la luz, gracias al desarrollo de las vacunas, en lo que a fecha final se refiere, pero hemos pasado meses difíciles en los que hemos vivido sin propósitos, proyectos, ni nada que suponga una ilusión, más que la de subsistir, y sobrevivir de la mejor manera y con las menores consecuencias negativas posibles.

Al final, todo se reduce a la misma perogrullada de siempre, estar vivos, pero nos hemos dado cuenta, o eso quiero creer, que no vale solo con eso. Pasar un confinamiento encerrados en nuestras propias cárceles, nos ha hecho ver la importancia que tiene el simple hecho de moverse, y de que para no sufrir los excesos de estar confinado, o has hecho un esfuerzo por compensar el déficit de tiempo en movimiento, o eres uno más de los que necesita la ayuda de la fisioterapia o la medicina, para paliar dolores o problemas acrecentados por el aumento de desacondicionamiento y fragilidad que ha supuesto el tener que parar drásticamente nuestro ritmo de vida.

En resumen, este virus, nos ha hecho comprender por las malas, lo importante que es tener salud (movimiento). Quien ha estado confinado lo ha sentido en sus propias carnes, hemos pasado de estar de media 8 horas trabajando/estudiando más, 4-8 horas para ocio/tareas diarias/ejercicio de cada 24 horas, a en el mejor de los casos, el día que se juntaba, limpiar/ordenar, cocinar y hacer ejercicio, unas 4-5 horas siendo generoso, en movimiento o simplemente de pie…durante 70 DIAS. En este caso pongo de ejemplo mi propia experiencia, que no distará mucho de la de mucha gente. Simplemente basta con extrapolar eso a todo el mundo, para darnos cuenta de que quien no se lo ha currado a la hora de moverse, ha visto o sentido las consecuencias del sedentarismo extremo en sus carnes, por no hablar de quien ya era sedentario de base.

Solo en Madrid se estima que en 2020 la esperanza de vida baje varios años, solo directamente a causa del virus(1) , y digo solo porque creo que los efectos secundarios no del virus en sí, que también, si no de las medidas tomadas para combatirlo y sobrevivir a él, como ha sido el confinamiento y el sedentarismo aberrante que ello ha conllevado, o el miedo a salir a la calle de muchos de nuestros mayores, creo que agrandaran, y mucho, esa estadística. 

La pérdida de masa muscular eleva el riesgo de padecer enfermedades, de incapacidad y de muerte, promoviendo un estado proinflamatorio que precipita el deterioro sistémico y merma la capacidad funcional de la persona, lo cual, además se ve retroalimentado por el descenso de la fuerza muscular que genera pérdida de movilidad, acentuando el problema.(2)

Con una muestra de más de 1 millón de sujetos suecos con un seguimiento de más de 25 años, se concluyó que la fuerza es un predictor claro de mortalidad temprana en jóvenes, a la altura de la obesidad o la presión arterial (3).

En otro meta análisis donde se analizó a casi 40,000 pacientes con patologías crónicas de 39 estudios, se observó como tener bajos niveles de fuerza puede incrementar el riesgo de mortalidad de un 36% hasta más del 100%:

La pérdida de fuerza asociada a la pérdida de masa muscular, conforme aumenta la edad, van de la mano, aunque es más evidente la primera, sobre todo en los miembros inferiores. De esta manera, se antoja fundamental el entrenamiento de fuerza, así como la ganancia de tejido muscular a la hora de prevenir la mortalidad, y sobre todo para garantizar un envejecimiento lo más lento y saludable posible, evitando encarecidamente el descenso de la capacidad para moverse. Un ejemplo práctico es que una mujer de 65 años que pueda andar a 1,6 m/s vivirá alrededor de 40 años más, mientras que una que no supere los 0,6 m/s, vivirá 20 años más, reduciéndose la esperanza de vida a la mitad (5).

Se ha evidenciado que una de las causas que más problemas de supervivencia genera, en pacientes encamados, es la atrofia muscular resultante por la inactividad. En población de más de 68 años , con 7 días basta para perder 1 kg de masa muscular(7), en sujetos de 45 a 60 años 14 días encamado se traduce en 1,5 kg menos de masa muscular(8) y en personas jóvenes de 26 a 46 años se estima un pérdida de casi medio kilogramo tras pasar 28 días encamado(9).

Dada la importancia que tiene la fuerza y la masa muscular en el devenir de la vida, vamos a abordar un método de entrenamiento novedoso, del que aún faltan cosas por estudiar pero que actualmente está mostrándose como una opción muy a tener en cuenta para el desarrollo de masa muscular, es decir, para conseguir hipertrofia y mejorar la calidad y cantidad de fuerza de nuestros pacientes. 

El entrenamiento con oclusión vascular o “Blood flow restriction” (BFR), combina la oclusión venosa y el entrenamiento de fuerza de baja carga. Al contrario que el entrenamiento de fuerza tradicional para el desarrollo muscular, no se requieren altas cargas cercanas al 70% de 1RM, ni ejercer tanta tensión sobre tejidos conectivos y articulares, ya que con cargas entre el 20%-40% de 1RM se ha demostrado que la fuerza muscular, la hipertrofia y la angiogénesis aumentan. De momento no se ha demostrado una mayor tasa de eventos adversos que la del entrenamiento de fuerza tradicional, aunque los efectos sobre el sistema cardiovascular aún han de ser estudiados a largo plazo(10). Teniendo en cuenta lo importante que es la mejora de la fuerza y el aumento de masa muscular en toda la población y en todas las entidades clínicas, este método de entrenamiento se antoja muy útil a la hora de implementar programas de acondicionamiento físico en pacientes con muchas limitaciones, como pueden ser poblaciones ancianas o pacientes muy debilitados como los que estén o acaben de pasar por procesos oncológicos, así como pacientes neurológicos, con dolor crónico o en rehabilitación postoperatoria.

Para que el porcentaje de masa muscular aumente tenemos que estimular lo suficiente y durante un tiempo prolongado nuestro tejido muscular para que crezca y se produzca el fenómeno llamado hipertrofia. Los mecanismos que hacen posible la hipertrofia son la tensión mecánica y el estrés metabólico al que sometemos nuestro tejido muscular. El tiempo bajo tensión mecánica sigue siendo el factor más importante o el que mayor hipertrofia genera, debido al estimulo mecánico que activa las integrinas de la membrana de la fibra muscular que estimula la transcripción y la expresión genética, sintetizándose las proteínas necesarias para generas ese aumento de la masa muscular.(11,12)

CÓMO, PORQUÉ Y A TRAVES DE QUE MECANISMOS SE EXPLICA LA HIPERTROFIA GENERADA CON EL ENTRENAMIENTO DE OCLUSIÓN VENOSA (BFR)?

El entrenamiento con baja carga por sí solo no ha dado resultados en cuanto hipertrofia se refiere por lo que se sugiere que la hipertrofia debida al entrenamiento con BFR no sea a través de la mecano transducción dado su bajo estrés o tensión mecánica si no gracias al elevado estrés metabólico que se produce al restringir el flujo sanguíneo, lo cual ocasiona debido a la hipoxia del tejido, que se acumule fatiga, inhibiendo la contractibilidad de muchas de ellas, obligando así a que se recluten otras con un umbral de activación mayor (fibra tipo II) .(13,14)

Las fibras musculares de tipo 2, o rápidas, tienen un diámetro relativamente más grande y un umbral de estimulación más alto. Reciben energía principalmente de la glucolisis en lugar del metabolismo oxidativo, por lo que preferentemente se reclutan en un ambiente hipóxico. Se ha demostrado que la hipoxia tisular causada por el BFRT provoca un reclutamiento preferencial de unidades motoras de tipo 2, que normalmente sólo se reclutan con un entrenamiento de alta carga.(14)

La acumulación de sangre provocada por la oclusión da lugar a un aumento de la acumulación de fluido extracelular y de metabolitos, incluyendo especies de lactato y oxígeno reactivo, lo cual genera un gradiente de presión que impulsa el fluido hacia las fibras musculares, provocando el aumento del volumen celular culpable de alterar la estructura de las células e impulsar las vías de señalización anabólica. Esta hinchazón celular (edema-induced muscle swelling) promueve el aumento de la síntesis de proteínas en muchos tipos de células diferentes, incluidos los hepatocitos, los osteocitos y las fibras musculares.(13)

Además se ha comprobado que el sistema de entrenamiento BFR de baja carga (20% RM) al fallo se activa la vía MAPK y mTORC1 induciendo síntesis de proteínas musculares de forma independiente a la tensión mecánica actuando en su lugar como un sensor metabólico.(15)

Aún queda mucho por estudiar de este novedoso método, que ofrece numerosas opciones muy válidas para que ayudemos a nuestros pacientes en nuestra práctica clínica diaria. Como reflexión final y en el más literal de los sentidos:

PABLO CAÑADA SÁNCHEZ

Miembro del Grupo de Investigación en Dolor Musculoesquelético y Control Motor.

tmouniversidadeuropea@gmail.com

1.       Trias-Llimós S, Bilal U. Impact of the COVID-19 pandemic on life expectancy in Madrid (Spain) [Internet]. Vol. 42, Journal of Public Health (United Kingdom). Oxford University Press; 2020 [cited 2020 Dec 17]. p. 635–6. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7337791/

2.       Argilés Phd JM, Campos Phd N, Lopez-Pedrosa JM, Rueda R, Rodriguez-Mañas L. Skeletal Muscle Regulates Metabolism via Interorgan Crosstalk: Roles in Health and Disease. 2016 [cited 2020 Dec 16]; Available from: http://dx.doi.org/10.1016/j.jamda.2016.04.019

3.       Ortega FB, Silventoinen K, Tynelius P, Rasmussen F. Muscular strength in male adolescents and premature death: Cohort study of one million participants. BMJ [Internet]. 2012 Nov 24 [cited 2020 Dec 16];345(7884). Available from: /pmc/articles/PMC3502746/?report=abstract

4.       Jochem C, Leitzmann M, Volaklis K, Aune D, Strasser B. Association Between Muscular Strength and Mortality in Clinical Populations: A Systematic Review and Meta-Analysis. J Am Med Dir Assoc [Internet]. 2019 Oct 1 [cited 2020 Dec 16];20(10):1213–23. Available from: http://www.jamda.com/article/S1525861019304414/fulltext

5.       Studenski S, Perera S, Patel K, Rosano C, Faulkner K, Inzitari M, et al. Gait speed and survival in older adults. JAMA – J Am Med Assoc [Internet]. 2011 Jan 5 [cited 2020 Dec 16];305(1):50–8. Available from: https://jamanetwork.com/

6.       Ferrucci L, De Cabo R, Knuth ND, Studenski S. Of greek heroes, wiggling worms, mighty mice, and old body builders [Internet]. Vol. 67 A, Journals of Gerontology – Series A Biological Sciences and Medical Sciences. Oxford University Press; 2012 [cited 2020 Dec 16]. p. 13–6. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3260484/

7.       Arentson-Lantz E, Galvan E, Wacher A, Fry CS, Paddon-Jones D. 2,000 steps/day does not fully protect skeletal muscle health in older adults during bed rest. J Aging Phys Act [Internet]. 2019 [cited 2020 Dec 16];27(2):191–7. Available from: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29989486/

8.       English KL, Mettler JA, Ellison JB, Mamerow MM, Arentson-Lantz E, Pattarini JM, et al. Leucine partially protects muscle mass and function during bed rest in middle-aged adults 1,2. [cited 2020 Dec 16]; Available from: http://ajcn.nutrition.org.

9.       Paddon-Jones D, Sheffield-Moore M, Urban RJ, Sanford AP, Aarsland A, Wolfe RR, et al. Essential Amino Acid and Carbohydrate Supplementation Ameliorates Muscle Protein Loss in Humans during 28 Days Bedrest. J Clin Endocrinol Metab [Internet]. 2004 Sep 1 [cited 2020 Dec 16];89(9):4351–8. Available from: https://academic.oup.com/jcem/article-lookup/doi/10.1210/jc.2003-032159

10.     Dankel SJ, Mattocks KT, Jessee MB, Buckner SL, Mouser JG, Loenneke JP. Do metabolites that are produced during resistance exercise enhance muscle hypertrophy? [Internet]. Vol. 117, European Journal of Applied Physiology. Springer Verlag; 2017 [cited 2020 Dec 16]. p. 2125–35. Available from: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28776271/

11.     Schoenfeld BJ. The Mechanisms of Muscle Hypertrophy and Their Application to Resistance Training. J Strength Cond Res [Internet]. 2010 Oct [cited 2020 Dec 19];24(10):2857–72. Available from: http://journals.lww.com/00124278-201010000-00040

12.     Damas F, Libardi CA, Ugrinowitsch C. The development of skeletal muscle hypertrophy through resistance training: the role of muscle damage and muscle protein synthesis. Eur J Appl Physiol [Internet]. 2018;118(3):485–500. Available from: http://dx.doi.org/10.1007/s00421-017-3792-9

13.     Pearson SJ, Hussain SR. A Review on the Mechanisms of Blood-Flow Restriction Resistance Training-Induced Muscle Hypertrophy. Sport Med. 2015;45(2):187–200. 

14.     Schoenfeld BJ. Potential mechanisms for a role of metabolic stress in hypertrophic adaptations to resistance training [Internet]. Vol. 43, Sports Medicine. Springer; 2013 [cited 2020 Dec 16]. p. 179–94. Available from: https://link.springer.com/article/10.1007/s40279-013-0017-1

15.     Fry CS, Glynn EL, Drummond MJ, Timmerman KL, Fujita S, Abe T, et al. Blood flow restriction exercise stimulates mTORC1 signaling and muscle protein synthesis in older men. J Appl Physiol [Internet]. 2010 May [cited 2020 Dec 16];108(5):1199–209. Available from: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/20150565/

16.     Vopat BG, Vopat LM, Bechtold MM, Hodge KA. Blood Flow Restriction Therapy: Where We Are and Where We Are Going. J Am Acad Orthop Surg. 2020;28(12):e493–500. 

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