A lo largo de nuestra experiencia clínica, es frecuente en mayor o menor medida habernos encontrado y/o tratado pacientes que refieran patología tendinosa, que a priori han evolucionado bien con tratamientos más o menos conservadores o tradicionales pero que acaban fracasando en el medio o largo plazo.
A menudo nos cuentan mejoría a corto plazo con algunos de los tratamientos recibidos, pero que con el trascurrir de los días y la vuelta a su actividad cotidiana, acaban recayendo de la misma patología una y otra vez…
Son pacientes que habiendo pasado por multitud de profesionales (a veces incluso por nosotros mismos) y que siendo incluso tratados con diferentes tratamientos en múltiples ocasiones, NOhan conseguido resolver su problemática definitivamente y que acaban recayendo al tiempo en los mismos síntomas, visitando un nuevo profesional o recibiendo de nuevo otros tratamientos diferentes para curar su dolencia.
¿Cómo podemos ayudar a este paciente que ya ha probado de todo para su tendón?
Para no liarnos mucho, vamos a pensar que estamos en lo cierto y que a priori hemos hecho un buen diagnóstico diferencial. Nos encontramos, por tanto, ante un paciente que presenta una tendinopatía de libro.
Pues bien,
¿Qué entendemos hoy en día por tendinopatía?
El modelo actual aborda esta patología como un proceso degenerativo, donde numerosos estudios han observado cambios significativos a nivel estructural dentro del propio tendón. Estos estudios han objetivado regiones hipoecoicas y áreas hipervasculares mediante pruebas de imagen, así como engrosamientos significativos en el tendón afectado.
Cada vez hay más teorías que relacionan las zonas neovasculares con el dolor que sufre el paciente y con el proceso degenerativo que sufre el tendón, aunque esta correlación solo se da en algunos tendones, principalmente en aquellos sometidos a carga.
Pero si la tendinopatía no es una reacción inflamatoria…
¿Porque a menudo aplicamos tratamientos antiinflamatorios?
Sabemos que a menudo se usan tratamientos medicamentosos como: corticoesteroides, antiinflamatorios y/o analgésicos y a su vez también diversas modalidades de fisioterapia: terapia manual, masaje, crioterapia, ultrasonido, ondas de choque, etc… porque han demostrado mucha eficacia en procesos agudos y también a corto plazo.
Pero estos beneficios disminuyen con el tiempo llevando a una alta recurrencia a medio / largo plazo.
Conviene entonces preguntarnos:
¿Estamos dando un correcto enfoque a la tendinopatía siendo un proceso degenerativo?
Hoy en día hay interés en proporcionar cambios en el tendón y su regeneración mediante el uso de métodos diferentes como son: plasma rico en plaquetas, radiofrecuencia, tenotomía percutánea con aguja, punción seca, acupuntura o electrolisis percutánea con aguja PNE.
Este último combina estimulación mecánica y eléctrica proporcionando un microtraumatismo controlado en los tejidos blandos, estimulando una respuesta local inflamatoria, con aumento de la actividad celular y reparación de tejidos afectados, es muy poco invasivo e implica un enfoque galvánico.
Se han realizado algunos estudios sobre el tratamiento mediante electrolisis percutánea con aguja PNE ecoguiada que sumado a un programa de ejercicios excéntricos en las semanas posteriores mejoran la sintomatología de las diversas tendinopatías y que además parece reportar cambios en su estructura. Estas mejoras no solo se han observado a corto plazo sino también con resultados muy favorables en el medio y largo plazo.
¿Estamos pues, ante un nuevo paradigma en el tratamiento de la tendinopatía?
Patologías como el síndrome subacromial, epicondilitis lateral crónica (el comúnmente llamado “codo de tenista”) o la tendinopatía patelar han mostrado una respuesta muy positiva en los resultados de estos estudios a corto, medio y largo plazo. Además con una tasa de recurrencia muy baja o incluso nula en la mayoría de los casos.
Si bien estos estudios todavía adolecen de ser prematuros para poder dar una respuesta definitiva o marcarnos un camino a seguir para estas patologías recurrentes, sí que nos arrojan un halo de esperanza para abordar este tipo de procesos con mayor eficacia a largo plazo.
El tiempo y sobretodo, estudios más concluyentes, que presenten muestras más significativas y donde existan grupos control que nos ofrezcan comparativas reales sobre los pacientes tratados con estos y otros tratamientos convencionales… nos dirán si estamos ante un paradigma a seguir en el tratamiento de las tendinopatías.
Jose Antonio Rodríguez Real
Carlos Alberto Román Martínez
Rubén Vara Ciruelos
Alumnos de Grado de Terapia Manual Ortopédica
tmouniversidadeuropea@gmail.com
Bibliografía
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