Guía para la práctica clínica

El dolor en la planta del pie es un problema común en la sociedad, tanto en personas deportistas como sedentarias, y puede llegar a mantenerse o sufrir recidivas durante años.

Lamentablemente rara vez encontramos un caso en la que sólo se presenta un factor que provoca dolor, sino que en la mayor parte de las consultas debemos realizar un diagnóstico diferencial partiendo de la existencia de varias patologías o aspectos biomecánicos presentes en el paciente, complicando el tratamiento.

A finales del 2023 la Academia de Fisioterapia Ortopédica y Academia Estadounidense de Deportes publica un documento donde recoge toda la evidencia científica sobre los diferentes tratamientos para dolor en el talón – fascitis plantar. La última guía clínica sobre esta patología es del 2014, aquí os dejamos un resumen para mejorar el diagnóstico diferencial, valoración y tratamiento de una de las patologías que más afecta a la calidad de vida de los pacientes, además de comentarios y explicaciones de lo que en mi experiencia clínica deberemos valorar y tratar.

En primer lugar, es importante saber los diferentes grados de recomendación de la Academia: 

Grado de recomendaciónFuerza de la evidenciaNivel de obligación
Evidencia FuertePreponderancia de Niveles I y II.Al menos un estudio Nivel ISe debería o podríautilizar en la intervención
Evidencia moderadaUn único ensayo controlado aleatorio de alta calidad o una preponderancia de estudios de nivel II.Se podría utilizar en la intervención
Evidencia débilUn único estudio de nivel II o una preponderancia de estudios de nivel III y IV, incluidas declaraciones de consenso de expertos en el contenido respaldan la recomendación.Se puede utilizar en la intervención
Evidencia conflictivaLos estudios de mayor calidad realizados sobre este tema no están de acuerdo con respecto a sus conclusiones. La recomendación se basa en estos estudios contradictorios.No hay obligación, a juicio clínico
Evidencia Teórica/primariaUna preponderancia de evidencia procedente de estudios en animales o cadáveres, de modelos/principios conceptuales o de ciencias básicas apoya esta conclusión.Se puede utilizar en la intervención
Opinión de ExpertoMejores prácticas basadas en la experiencia clínica del equipo de desarrollo de la guíaSe puede utilizar en la intervención
Adaptado de. Thomas A. Koc Jr, Christopher G. Bise, Christopher Neville, Dominic Carreira, Robroy L. Martin, and Christine M. McDonough. Heel Pain – Plantar Fasciitis: Revision 2023. Journal of Orthopaedic & Sports Physical Therapy 2023 53:12, CPG1-CPG39 

Así como la clasificación de la evidencia científica

Niveles de evidencia
Evidencia obtenida de revisiones sistemáticas, estudios de diagnóstico de alta calidad, estudios prospectivos o ensayos controlados aleatorios
Evidencia obtenida de revisiones sistemáticas, estudios de diagnóstico de menor calidad, estudios prospectivos o ensayos controlados aleatorios (p. ej., criterios de diagnóstico y estándares de referencia más débiles, aleatorización inadecuada, sin cegamiento, menos del 80% de seguimiento)
Estudios de casos y controles o estudios retrospectivos
Serie de casos 
Adaptado de. Thomas A. Koc Jr, Christopher G. Bise, Christopher Neville, Dominic Carreira, Robroy L. Martin, and Christine M. McDonough. Heel Pain – Plantar Fasciitis: Revision 2023. Journal of Orthopaedic & Sports Physical Therapy 2023 53:12, CPG1-CPG39 

Intervenciones 

TERAPIA MANUAL  grado de recomendación A

La terapia manual dirigida a mejorar la movilidad de las diferentes articulaciones del tobillo y pie, así como el tratamiento de los tejidos blandos que puedan ocasionar restricción de movimiento provoca una disminución del dolor y mejora la función de los pacientes que sufren dolor en el talón o fascitis plantar.

La terapia manual realizada en los estudios revisados constaba de masaje superficial y profundos del tríceps sural, planta del pie, movilización articular de tobillo y pie para mejorar movilidad.

Dentro de la terapia manual se diferencian los siguientes tratamientos: Dry cupping, Tratamiento puntos gatillo, movilización articular, masaje, masaje instrumental, energía muscular.

Dentro de la movilización articular será importante valorar la capacidad de flexión dorsal, flexión plantar, eversión y pronación del medio pie y retropié para reestablecer el movimiento de la articulación o limitarlo según cada caso individual.

Dentro del tratamiento articular en pacientes con dolor en el talón, será importante la valoración de la posición de partida del pie (pronado, supinado o neutro), de dorsiflexión del tobillo, del primer dedo y de los últimos cuatro dedos tanto a nivel pasivo, activo y durante la marcha o actividad en la que aparece dolor. Estas estructuras son las que le dan tensión a la fascia plantar y las que, por medio del sistema de reparto de cargas del pie del arco longitudinal, descrito por el podólogo Kevin A. Kirby, reducen o aumentan la carga que tiene que soportar la fascia plantar. Una vez valorado el conjunto, el tratamiento debe ir dirigido a aumentar o controlar el movimiento de cada estructura. 

Normalmente en caso de un paciente que tenga una pronación excesiva o descontrolada, un vendaje low-dye tape, como mencionaremos más adelante, será de gran ayuda para controlar esa pronación y descargar la fascia plantar. Lo contrario en un paciente con pie rígido y supinado, deberemos movilizar las estructuras y enseñarle ejercicios de movilidad para mejorar la pronación del pie.

Si además observamos una limitación a la flexión dorsal con síntomas de pinchazo o molestia en la cara anterior de la mortaja tibioperonaastragalina, la movilización articular de dicha articulación estará indicada.

Estiramientos  grado de recomendación A

Los médicos deben utilizar estiramientos específicos de la fascia plantar y del gemelo/sóleo para proporcionar una reducción del dolor a corto y largo plazo, así como para mejorar la función y la discapacidad a corto y largo plazo.

Los estiramientos de los estudios revisados incluyeron estiramientos específicos de la fascia plantar, del tríceps sural y del isquiotibial. La duración de los estiramientos vario entre 10 a 30 segundos para fascia plantar y de 10 segundos a 60 minutos para gemelo/soleo, con una duración del tratamiento de 4 días a 8 semanas, sin encontrar mejoras que duraran más allá de los 3 meses.

Los estiramientos pueden servirnos como técnicas para reducir el dolor a corto/medio plazo.

Cuando en la valoración observamos una falta de dorsiflexión y Test de Silfverskiöld da positivo, por lo que la limitación principal esta ocasionada por tejidos blandos, los estiramientos son una buena herramienta para ayudar a aumentar el rango de flexión dorsal, junto con movilizaciones articulares, tratamiento manual o punción seca de tríceps sural y estiramiento de la fascia plantar para disminuir dolor.

En caso de que observemos una marcha en resorte, es decir, el paciente anda como dando saltitos, observando que el talón del pie apoyado se levanta de forma rápida y antes de tiempo, la valoración del tríceps sural será necesaria y en muchos casos tendremos que derivar el paciente a un traumatólogo para realizar un alargamiento del geme.

Taping  grado de recomendación A

Los médicos deben utilizar técnicas de vendaje, ya sea rígidas o elásticas, junto con otros tratamientos de fisioterapia para mejorar a corto plazo el dolor y la función en personas con fascitis plantar.

Tanto el vendaje rígido Low-dye tape como un vendaje elástico tipo kinsiotaping o Dynamic tapping muestra una reducción del dolor a corto plazo, por lo que se recomienda su utilización durante 1 a 6 semanas.

La técnica de low-dye tape da muy buenos resultados también para realizar un “diagnóstico” clínico y orientar al paciente sobre el estado de su dolor de planta del pie. Este diagnóstico lo realizo de la siguiente forma: si colocamos un vendaje rígido reduciendo la carga mecánica sobre la musculatura intrínseca del pie y la fascia y disminuimos el dolor inmediatamente sin haber realizado otra intervención, tendremos información que nos indica que la principal fuente de dolor pueden ser las estructuras blandas, en cambio si no disminuimos dolor, podremos pensar en estructuras óseas, nerviosas o a distancia del pie. 

En caso de que de resultado, los pacientes agradecen la enseñanza de este vendaje para que puedan desarrollar su vida diaria sin dificultad y no sobrecargar la fascia plantar, además así disminuiremos la agudización de los síntomas.

Férula Nocturna antiequino  grado de recomendación A

No se han realizado estudios de calidad desde el 2014, por lo que la recomendación no cambia.

Los médicos deben prescribir un programa de 1 a 3 meses de férulas nocturnas para personas con dolor en el talón/fascitis plantar que constantemente sienten dolor al dar el primer paso por la mañana.

Personalmente utilizo poco este tipo de ortesis, solo en casos en los que el tratamiento no está dando buenos resultados, pero dado que el grado de recomendación es alto, aunque no se han realizado estudios desde 2014, empezaré a probar su utilidad. Basándome en una aproximación anatómica, empezaré probando los calcetines antiequino que coloquen a los dedos en flexión dorsal, para provocar un estiramiento más centrado en la fascia plantar.

Ejercicio terapéutico y reeducación neuromuscular  grado de recomendación B

Los médicos deben prescribir ejercicios terapéuticos que incluyan entrenamiento de fuerza para la musculatura del pie y el tobillo.

A diferencia del 2014, en el que el grado de recomendación era F, es decir, opiniones de expertos, se ha avanzado mucho a nivel de investigación en este campo, aun así, no hay evidencia científica suficiente para diferenciar que tipo de ejercicio es mejor que otro ni una dosis exacta, pero el ejercicio terapéutico unido a terapia manual, educación del paciente, estiramientos y neurodinamia mejora el dolor a corto, medio y largo plazo.

Normalmente el tipo de ejercicio preferido en las investigaciones que obtienen buenos resultados es un trabajo de fuerza sobre el tríceps sural, musculatura intrínseca del pie y musculatura de la cadera, haciendo hincapié en que la carga será de al menos 12 RM, progresando hasta 8 RM, y la duración suele ser de 8 a 12 semanas, con unan frecuencia de 2-3 veces a la semana.

El ejercicio terapéutico es una de las bases fundamentales de mi tratamiento, así como el análisis funcional de movimiento de los pacientes y su fuerza y estabilidad muscular. Ejercicios como toe spread o short foot, junto con ejercicios que fortalezcan la musculatura extrínseca del pie y ejercicios de control motor y entrenamiento de la movilidad del pie y tobillo son imprescindibles para mejorar la tolerancia a la carga del paciente y provocar cambios a nivel estructural en los tejidos, esto no solo ayuda con el dolor sino con las recaídas futuras del paciente. Además, el pie suele ser un área olvidada a nivel de entrenamiento en la población general, y después de 3-4 semanas de entrenamiento los pacientes suelen agradecer y notar la mejora en la sensibilidad y estabilidad del pie.

Punción Seca  grado de recomendación B

En la recomendación el 2014 no había estudios suficientes para realizar una recomendación positiva clara, pero con los estudios realizados hasta 2023, los médicos deben utilizar punción seca para PGM en los gemelos, soleo y la musculatura intrínseca del pie para reducir el dolor a corto y largo plazo, así como para mejorar la función y la discapacidad a largo plazo.

La punción seca suele utilizarse de 1 a 6 veces y en combinación con terapia manual y estiramientos.

Al igual que el ejercicio, la punción seca de la musculatura intrínseca e extrínseca del pie suele ser una de las principales vías para el tratamiento del dolor que realizo en los pacientes. Es importante aprender a realizar bien la técnica e incluirla en un tratamiento completo.

Agentes físicos 

Ultrasonidos  grado de recomendación A

Los médicos NO DEBEN utilizar el ultrasonido para mejorar los beneficios del tratamiento de estiramiento en personas con fascitis plantar.

Al igual que con otras modalidades de tratamiento, faltan estudios científicos de calidad en los que incluyan los w/cm2, frecuencia y duración del tratamiento para fascitis aguda y crónica.

Láser de baja potencia  grado de recomendación B

Los médicos deben utilizar la terapia con láser de baja intensidad como parte de un programa de rehabilitación en personas con fascitis plantar aguda o crónica para disminuir el dolor a corto plazo.

El lase de baja potencia puede ser útil, el problema está en que la mayoría de los estudios no indicaba claramente los parámetros de tratamiento, y se necesitan estudios de calidad alta para poder realizar mejores recomendaciones.

Los estudios que utilizaron la recomendación de la Asociación Mundial de Terapia con Láser (WALT), trataron de 2 a 3 puntos con una dosis mínima de 2 J/punto con un láser de longitud de onda de 904 N·m o 4 J/punto con un láser de longitud de onda de 780 a 860 N·m produciendo resultados positivos. La duración típica del tratamiento fue 3 veces por semana durante 3 semanas.

Fonoforersis  Grado de recomendación C

No hubo estudios desde 2014, por lo que la recomendación no cambia. 

Los médicos pueden usar fonoforesis con gel de ketoprofeno para reducir el dolor en personas con dolor en el talón/fascitis plantar.

Electroterapia  grado recomendación D

Los médicos pueden utilizar terapia manual, estiramientos y ortesis de pie en lugar de modalidades electroterapéuticas para promover mejoras inmediatas y a largo plazo en los resultados clínicos de personas con dolor de talón/fascitis plantar. Los médicos pueden utilizar iontoforesis o estimulación eléctrica con corriente interferencial premodulada como segunda línea de tratamiento.

La baja calidad de los estudios y la gran variedad de frecuencias y tiempos de tratamiento hace difícil realizar recomendaciones sobre la electroterapia.

Desde hace unos años desde la fisioterapia se realiza la neuromodulación como tratamiento eficaz para disminuir dolor neuropático, que muchas veces esta presente en las fasciopatías crónicas. Muchas veces el dolor en el talón o fascia puede estar provocado por la compresión del Nervio de Baxter o el síndrome del túnel del tarso, que pueden presentarse de forma aislada o junto con una fascitis. En mi experiencia clínica, en cuanto tuve acceso a la neumordulación por parte de mis compañeros, mis apcientes con fascitis mejoran antes a corto plazo y eso les permite realizar los ejercicios y mantener a largo plazo las ganancias del tratamiento.

Ortesis y plantillas para el pie  grado de recomendación B y C

B. Los médicos no deben utilizar ortesis, ya sean prefabricadas o fabricado/ajustado a medida, como tratamiento AISLADO para el alivio del dolor a corto plazo en personas con fascitis plantar

C. Los médicos pueden usar ortesis, ya sean prefabricadas o fabricadas/adaptadas a medida, cuando se COMBINAN con otros tratamientos en personas con dolor en el talón/fascitis plantar para reducir el dolor y mejorar la función.

La recomendación cambia desde el 2014, en el que se recomendaba que se debía prescribir plantillas para disminuir dolor a corto y largo plazo, sobre todo en pacientes que respondieran bien a un vendaje antipronador. 

En 2023 la recomendación es la siguiente: Las plantillas o órtesis del pie deben estar prescritas por un podólogo o traumatólogo y siempre como tratamiento combinado con terapia manual y ejercicio terapéutico para mejorar la función del pie.

El trabajo con otros profesionales es siempre importante y tener un podólogo de referencia es crucial para un tratamiento completo del miembro inferior. Las plantillas ayudan a muchos pacientes a disminuir el dolor y a descargar el miembro inferior para mejorar su marcha y calidad de vida en general. La revisión de plantillas debe hacerse cada 6 meses y más aún si el paciente está realizando sesiones de control motor del pie y reentrenamiento de la marcha.

Educación y asesoramiento para la pérdida de peso  grado recomendación E

Los médicos pueden brindar educación y asesoramiento sobre estrategias de ejercicio para ganar o mantener una masa muscular óptima para personas con dolor en el talón/fascitis plantar. Los médicos también pueden derivar a las personas a un profesional de atención médica adecuado para abordar problemas de nutrición.

Entendiendo la biomecánica del miembro inferior y las fuerzas que soporta durante la marcha y la carrera, podemos entender como el pie aguanta hasta 12 veces su peso corporal, por lo que cada kg de peso que pierda el paciente es una reducción de las cargas que su pie soportará. Esto es importante hablarlo con el paciente y recomendarle un control del peso tanto durante como después del tratamiento, tanto para no sobrecargar la fascia plantar como por su salud general, ya que obesidad provoca cambios a nivel inflamatorios en el cuerpo y eso puede ayudar a cronificar una lesión.

En la guía clínica para la práctica clínica también desarrollan un medical screening, con el que valorar al paciente y saber a qué profesional y que examen físico y cuestionarios obtener.

Dividen la intervención en 4 componentes

Componente 1: diagnóstico del paciente, diferenciando si el paciente es apropiado para que le realice una valoración y tratamiento un fisioterapeuta VS el paciente es apropiado para que le realice una valoración y tratamiento un fisioterapeuta y reciba otra valoración por parte de otro profesional médico VS no es apropiado para un fisioterapeuta y debe visitar otro profesional sanitario.

Si el paciente es apropiado para el tratamiento y valoración por un fisioterapeuta, pasamos al Componente 2.

Componente 2: Evaluación de hallazgos clínicos que sugieren alteraciones musculoesqueléticas del funcionamiento corporal (ICF) y la patología/enfermedad tisular asociada (ICD).

Este segundo paso está compuesto por un examen físico del paciente y un diagnóstico diferencial para poder aplicar el tratamiento indicado.

En el examen físico del paciente podemos encontrar: 

  • Dolor en la parte medial del talón en los primeros pasos después de un periodo de reposo, pero también dolor que aparece o empeora si se permanece de pie mucho tiempo B.
    • Para recudir este dolor, que es el dolor típico de una tendinopatía, recomiendo a mis pacientes mover activamente el tobillo y los dedos de los pies antes de levantarse de la cama o tras un tiempo sentados, esto les disminuye el dolor. También es indicativo de mejora cuando el paciente empieza a no necesitar estos movimientos y el dolor en los primeros pasos del día desaparece.
  • Dolor en el talón debido a una sobrecarga puntual en la actividad física o diariaB
  • Reproducción del dolor en el talón a la palpación de la inserción de la fascia en el calcáneo
  • Windlass test positivoB
  • Test del túnel tarsiano negativoB

En cuanto al diagnóstico diferencial, debemos tener en cuenta que, si no encontramos dolor reproducido con la palpación del calcáneo, tanto en su superficie plantar como los laterales o palpación de la fascia plantar, o test negativos específicos, el dolor puede provenir de:

  • Dolores irradiados desde la región lumbopélvica.
  • Síntomas neuropáticos debido a tensión neural de los MMII.

Una vez diagnosticada la fascitis plantar, pasamos al componente 3, compuesto por las diferentes valoraciones tanto a nivel muscular, articular como cuestionarios del dolor.

Componente 3 

Cuestionarios para el paciente: FAAM, FHSQ, FFI, LEFS adaptado por ordenador, EVA para evaluar dolor con los primeros pasos tras un periodo de reposo.

Los cuestionarios clínicos, aunque rara vez se utilizan en consulta, son de gran ayuda en pacientes con dolor crónico a los que les resulta difícil objetivar las mejoras o empeoramientos en su tratamiento. La EVA antes y después de la sesión (24/48 h), así como en el primer paso de cada día, también son muy útiles para objetivar la mejora del paciente, y es muy sencillo de utilizar en consulta.

Examen físico

ROM en decúbito supino: Dorsiflexión de tobillo con rodilla extendida/flexionada, Flexión plantar, Supinación/Inversión, Pronación/Eversión, Extensión del dedo gordo. 

Valoración fuerza muscular: tibial anterior, tibial posterior, peroné largo y corto

Valoración de pie: elevación del talón para medir fuerza tríceps sural, Lunge test para medir flexión dorsal, índice de postura del pie, sentadilla con una sola pierna, longitud de pierna.

Tendremos que valorar también el ROM y fuerza de rodilla y cadera, para asegurarnos que el dolor en el pie no está afectado por limitaciones/compensaciones a distancia.

Índice de masa corporal en individuos no deportistas

Valoración de la marcha del paciente y sus diferentes estructuras en el miembro inferior

Se incluyen los siguientes elementos para valorar el miembro inferior y sus limitaciones que pueden afectar al paciente.

  • La primera art metatarsofalángica ha de tener 65º de extensión en el momento previo a balanceo o push off 
  • El retropié debe tener un rango de 4º-6º de movimiento en el momento de puesta en carga o apoyo medio.
  • Tibial posterior debe tener fuerza suficiente para controlar el movimiento del mediopie durante el apoyo medio.
  • Peroneo largo debe tener coordinación y fuerza suficiente para controlar el movimiento del mediopie en el apoyo final
  • La articulación talocrural debe tener al menos 10º de rango de movimiento, sin encontrar limitaciones por su movilidad accesoria o por acortamiento de tríceps sural.
  • Tríceps sural debe tener coordinación y fuerza suficiente para controlar el avance de la tibia durante el apoyo medio y la propulsión durante apoyo final y push off.
  • La rodilla debe ser capaz de alcanzar los 0º de extensión durante el apoyo inicial y los 60º durante el balanceo inicial.
  • Cuádriceps debe tener coordinación y fuerza suficiente para controlar el avance la flexión de rodilla durante todo el apoyo.
  • La cadera debe poder alcanzar 10º de extensión durante el apoyo final o push off.
  • El miembro inferior debe tener coordinación y fuerza suficiente para controlar la rotación interna durante la fase de apoyo medio.

En la valoración de la marcha las fases más importantes a valorar son el contacto inicial, apoyo medio y apoyo final. Durante estas tres fases se deberá observar en que postura contacta el pie en el suelo, es decir, más o menos flexión dorsal y en posición neutra o más hacia la pronación o supinación del pie, esta colocación será vital para poder realizar un apoyo medio correcto, durante el cual el pie debería tener algo de eversión y tener todos los dedos apoyados. Si la entrada se ha realizado en supinación, el paciente puede realizar el apoyo medio con la columna lateral, indicando una compensación para no apoyar la zona interna en la que tiene dolor y pudiendo provocar con el tiempo dolor en el arco externo del pie, aumentando además el riesgo de esguinces. Otra opción es que se realice un apoyo en supinación y el pie caiga de manera descontrolada a pronación y eversión de medio pie, lo que provocará que el tibial posterior, musculatura intrínseca y fascia plantar tengan que esforzarse mucho en controlar el arco interno, pudiendo ser la causa del dolor del paciente. Si en cambio la entrada se realiza neutra o plana, la musculatura no tendrá que realizar un control en desventaja del pie, pero aun así debemos observar un movimiento a eversión controlado. Si durante el contacto inicial y apoyo medio no hay un apoyo completo de los dedos o se observa movimiento hacia supinación y pronación descontrolada, denotará una falta de control motor en el pie.

El cuarto componente se refiere a la determinación de la irritabilidad. No indican como medirlo ni estudiarlo, pero hay múltiples formas de valorar la irritabilidad, desde la sumación temporal como preguntar al paciente cuanto le duran los síntomas después de que aparezca el dolor y cuanto tardan en disminuir.

El quinto componente es un compendio de las intervenciones que se deben realizar, ordenadas por grado de recomendación.

Componente 5: Estrategias de intervención por orden de recomendación

EstiramientosA

  • Estiramiento de la fascia plantar
  • Estiramiento de gastrocnemio/sóleo

Terapia manualA

  • Movilización articular para mejorar las restricciones identificadas en la movilidad articular de la extremidad inferior, con énfasis en mejorar la dorsiflexión talocrural.
  • Movilización de tejidos blandos de la fascia plantar, gastrocnemio y sóleo, apuntando específicamente a puntos gatillo 

VendajeA

  • Rígido o elástico, en conjunto con otros tratamientos de fisioterapia a corto plazo (de 1 a ≤ 6 semanas)

Férulas nocturnasA

  • Utilización de férulas nocturnas durante un período de 1 a 3 meses para aquellos que sienten dolor con el primer paso por la mañana

 Láser de baja frecuenciaB

  • Trate de dos a tres puntos con una dosis mínima de 2 J/punto con un láser de longitud de onda de 904 nm o 4 J/punto con punción seca de longitud de onda de 780 a 860 nm de longitud de onda.

Punción seca

  • 1-6 sesiones tratando PGM en gastrocnemios, sóleo y musculatura intrínseca del pie 

Fortalecimiento y Reeducación NeuromuscularC

  • Entrenamiento de fuerza para la musculatura del pie y tobillo 

Ortesis de PieC

  • Combinar con otros tratamientos y no como una intervención independiente.
  • Si el pie del paciente exhibe puntuaciones que indican una pronación excesiva en el índice postura del pie, pueden utilizarse ortesis de pie de venta libre, prefabricadas o personalizadas que soporten el arco medial y/o proporcionen amortiguación a la región del talón
  • Si el pie del paciente exhibe puntuaciones que indican una supinación excesiva en el índice de postura del pie, indicando poca capacidad de amortiguación, pueden utilizarse una talonera de venta libre, modificación del calzado que proporciona amortiguación para el talón.

Fonoforesis con gel de ketoprofenoC

  • Para reducir el dolor

Educación y asesoramiento al pacienteE

  • Estrategias para modificar la postura y disminuir el peso que soporta el pie en actividades ocupacionales, recreativas o diarias.
  • Opciones de calzado para disminuir el peso en las áreas del pie que duelan durante las actividades en las que suele haber carga.
  • Estrategias para ganar o mantener una masa muscular óptima, especialmente en personas no deportistas con un índice de masa corporal alto.

El dolor en el talón o fascitis plantar es un proceso doloroso complejo del que aún tenemos que seguir investigando y aprendiendo, pero va quedando claro que su intervención nunca debería hacerse desde una sola terapia o profesional, sino que el tratamiento combinado con diferentes terapias y profesionales será la que mejore más al paciente tanto a corto como largo plazo. 

Guillermo Molinero Carnier

Fisioterapeuta y Miembro del Grupo de Investigación de Dolor Musculoesquelético y Control Motor

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