El dolor crónico es una afección que afecta a millones de personas en todo el mundo y que puede tener un impacto significativo en su calidad de vida. Se ha observado que esta condición a menudo está relacionada con niveles elevados de cortisol, una hormona producida por las glándulas suprarrenales en respuesta al estrés [1].
Aunque el cortisol es esencial para la regulación de muchos procesos fisiológicos, incluyendo el metabolismo de los carbohidratos, grasas y proteínas, la respuesta inmune y la regulación del estado de ánimo, en pacientes con dolor crónico, los niveles de cortisol pueden permanecer elevados durante períodos prolongados, lo que puede tener efectos perjudiciales en el organismo (Figura 1).

Figura 1: Imagen extraída de: https://www.vidapotencial.com/estres-cronico/
Por ejemplo, los niveles elevados de cortisol pueden reducir la capacidad del cuerpo para regular la inflamación, lo que a su vez puede empeorar la percepción del dolor en estos pacientes [2].
Además, los niveles elevados de cortisol pueden afectar el sistema inmune y reducir la capacidad del cuerpo para combatir una infección o enfermedad. Esto puede hacer que los pacientes con dolor crónico sean más propensos a desarrollar enfermedades crónicas, como enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad [3].
También se ha demostrado que los niveles elevados de cortisol pueden tener efectos perjudiciales en el cerebro, afectando la estructura y función del hipocampo, una parte esencial para la memoria y el aprendizaje [4]. Por lo tanto, los pacientes con dolor crónico pueden experimentar dificultades para concentrarse y recordar cosas debido a los niveles elevados de cortisol en su cuerpo.
Por otro lado, algunos estudios han sugerido que los niveles elevados de cortisol pueden ser una respuesta adaptativa del cuerpo al dolor crónico. Sin embargo, los efectos a largo plazo de los niveles elevados de cortisol en pacientes con dolor crónico aún no están claros y se necesita más investigación para entender completamente su papel en estos pacientes [5].
En conclusión, los niveles elevados de cortisol en pacientes con dolor crónico pueden tener efectos perjudiciales en el cuerpo, incluyendo la capacidad del cuerpo para regular la inflamación, el sistema inmune y la función cerebral. Es importante destacar que la fisioterapia puede ser una gran ayuda para tratar el dolor crónico y regular el cortisol en el cuerpo. Tanto el ejercicio terapéutico como la terapia manual y la educación en dolor han demostrado ser efectivas para estos pacientes, mejorando la función física y reduciendo la inflamación al aumentar la producción de hormonas antiinflamatorias, como la interleucina-10. Además, el ejercicio ayuda a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo, lo que puede ayudar a reducir la producción crónica de cortisol en el cuerpo [6,7].
Loles Sosa Reina
Miembro del Grupo de Investigación Dolor Musculoesquelético y Control Motor de la Universidad Europea
Referencias:
- McEwen BS. Physiology and neurobiology of stress and adaptation: central role of the brain. Physiological Reviews. 2007;87(3):873-904.
- McEwen BS. Protection and damage from acute and chronic stress: allostasis and allostatic overload and relevance to the pathophysiology of psychiatric disorders. Annals of the New York Academy of Sciences. 2004;1032(1):1-7.
- Smith SM, Vale WW. The role of the hypothalamic-pituitary-adrenal axis in neuroendocrine responses to stress. Dialogues in Clinical Neuroscience. 2006;8(4):383-395.
- Konsman JP, Parnet P, Dantzer R. Cytokine-induced sickness behaviour: mechanisms and implications. Trends in Neurosciences. 2002;25(3):154-159.
- McEwen BS. Central effects of stress hormones in health and disease: Understanding the protective and damaging effects of stress and stress mediators. Eur J Pharmacol. 2008;583(2-3):174-185.
- Louw A, Zimney K, O’Hotto C, Hilton S. The clinical application of teaching people about pain. Physiother Theory Pract. 2016 Jul;32(5):385-95.
- Geneen LJ, Moore RA, Clarke C, Martin D, Colvin LA, Smith BH. Physical activity and exercise for chronic pain in adults: an overview of Cochrane Reviews. Cochrane Database Syst Rev. 2017 Apr 24;4(4):CD011279.