Hoy en día, uno de los grupos de pacientes más importantes en la sanidad pública y en los centros privados de fisioterapia son los pacientes que realizan su actividad laboral en una oficina, delante de un escritorio. Por esa razón hay gran documentación científica sobre las posibles intervenciones para mejorar el dolor en estos pacientes, disminuir el absentismo laboral y su mejora de calidad de vida, ya que se calcula que el 70-80% de las personas sufrirán de dolor de cuello, lumbar u hombros en algún momento de su vida (Coggon D, et al 2013).
Las lesiones más frecuentes en este tipo de pacientes son el dolor de cuello y cabeza, el dolor lumbar y el dolor en hombros. Entre las intervenciones que se llevan a cabo en los estudios, podemos encontrar estudios que miden el efecto de tratamientos con terapia manual, tratamiento con punción seca, intervenciones con ejercicio, estiramientos y ergonomía.
La importancia sobre el estudio de las lesiones en los oficinistas y la búsqueda de una solución se deriva de que el dolor musculoesquelético afecta negativamente a la productividad y aumenta el absentismo laboral (Johnston V et al. 2014), además puede afectar negativamente al sueño, fatiga y conducir a un abuso de medicamentos (Mody GM et al. 2012; Tamrin SBM et al. 2014).
Las causas del dolor de cuello, lumbar y de hombros en oficinistas no esta clara, pero hay estudios que demuestran que el dolor lumbar y de hombro pueden aumentar debido a posiciones estáticas mantenidas, trabajos manteniendo los brazos por encima de la cabeza o en trabajos en los que se mantiene una flexión lumbar durante mucho tiempo (Thompson PD et al. 2013). Cuando la capacidad de recuperación del cuerpo se ve superada por el estrés mecánico de estas postura se aumentan los riesgos de sufrir lesiones musculoesqueléticas (Okifuji A et al. 2010; Kennedy CA et al. 2010), y hay estudios que demuestran que estar sentados durante mucho tiempo debilita y acorta la musculatura, provocando no solo dolor, sino también pudiendo producir escoliosis (Morl F et al. 2013; Kim D et al. 2015), mientras que otros estudios muestran que estos dolores pueden aliviarse con el movimiento/ejercicio físico o el descanso de estas estructuras (Andersen CH et al. 2011).
En el campo de la fisioterapia podemos encontrar numerosos estudios (Cagnie B et al. 2013; Kietrys DM et al. 2014; DiLorenzo L et al. 2004; Lee SH et al. 2008; Osborne NJ et al. 2010; Settergren R et al. 2013; Tekin L et al. 2013; Mejuto-Vazquez MJ et al. 2014; Rayegani SM et al. 2014; Llamas-Ramos R et al. 2014; Tsai CT et al. 2009; Hains G et al. 2010; He D et al. 2005; Martin-Pintado-Zugasti A et al. 2015;Maher RM et al. 2013; Myburgh C et al. 2012) y revisiones sistemáticas (Cagnie B et al. 2015) que demuestran que técnicas como punción seca o presión por inhibición tienen más que probada su efectividad contra dolor de cuello y hombro, mejorando el dolor, el rango de movimiento, aumento de fuerza y disminución de la sensación de rigidez muscular.
En la búsqueda por una solución diferente para estos dolores, múltiples estudios recomiendan protocolos sencillos de ejercicio y cambios en la ergonomía laboral durante el trabajo (Ward L et al. 2013; Mehrparvar AH et al. 2014; Sethi J et al. 2011) demostrando que cambios en el posicionamiento de la mesa, silla y ordenador puede mejorar el dolor de cuello, lumbar y hombro de los trabajadores derivado de una postura mantenida (Robertson MM et al. 2016).
En un estudio en el que comparaban el efecto sobre el dolor lumbar, cervical y hombros cuando se realizaban cambios en la ergonomía laboral, estiramientos y cambios en la ergonomía laboral más estiramientos, encontraron que no había diferencias significativas a los 4 meses entre ambas intervenciones, pero si a los 6 meses, siendo mejor el grupo de estiramientos o estiramientos más ergonomía que el grupo control o solo ergonomía. (Shariat A et al. 2017). En otro estudio crean un protocolo de ejercicio para realizarlo durante las horas de trabajo, 3 días a la semana durante 11 semanas, y consiguieron disminuir el dolor de cuello, lumbar y de hombros, así como aumentar el rango de movimiento en cuello, hombro, cadera y rodilla. (Shariat A et al. IOS Press).
En una revisión sistemática de estudios sobre dolor de cuello en oficinistas se determina que el ejercicio de resistencia de la musculatura es una buena herramienta para disminuir y mejorar el dolor de cuello, teniendo que llevar a cabo de 3 a 5 sesiones de ejercicio a la semana y manteniendo los protocolos de ejercicio de 4 a 12 meses para conseguir los efectos deseados (Sihawong et al. 2011). Y en otro estudio determinan que es mejor un entrenamiento de fuerza gradual en mujeres para disminuir el dolor de cuello crónico (Xiao Li et al. 2017).
Como se puede observar, los estudios intentan acotar unos tratamientos y unos protocolos de ejercicio y ergonomía que le funcionen en la mayor parte de los oficinistas, para así poder aplicarlos a gran escala en las empresas. Este trabajo es importante porque, aunque en la clínica muchos fisioterapeutas ya utilizan estas técnicas y dan a las personas consejos sobre ejercicios y ergonomía, estos tratamientos, una vez probados en estudios científicos, adquieren fiabilidad para poder aplicarlos correctamente. Además de que los tratamientos en clínica se ven limitados a las personas que acudan a ellas, en cambio, aplicando protocolos de tratamiento y ejercicio en empresas, somos capaces de dar tratamiento a muchas más personas.
Por otro lado, parece fácil entonces predecir que el ejercicio es una buena opción para tratar estos dolores y mejorar la calidad de vida de los oficinista, y que combinarlos con tratamientos de fisioterapia seria lo ideal, tal y como muchos fisioterapeutas intentamos en la clínica, viendo resultados excepcionales. Pero aún se necesitan muchos más artículos que desarrollen protocolos de actuación para las empresas, en las que sus trabajadores se mantienen sentados la mayor parte de la jornada laboral, y poder ofrecerles un tratamiento y entrenamiento que mejore su salud, su rendimiento laboral y su calidad de vida en general.
En cualquier caso, acudir al fisioterapeuta parece una buena opción si eres oficinista y quieres encontrar una solución definitiva a los dolores musculares o lesiones derivados del trabajo.
Guillermo Molinero Carlier
Fisioterapeuta Experto en Terapia Manual
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte
Miembro del Grupo de Investigación Dolor Musculoesquelético y Control Motor de la Universidad Europea
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